Nuevos y viejos medios

La tecnología electrónica de Gustavo Romano convive con el pequeño y anacrónico mundo
de Sebastián Gordín en la galería Benzacar


Por Jorge López Anaya

En la década de los sesenta, el pop art eliminó la frontera entre arte superior e inferior; el minimalismo hizo lo mismo entre las artes plásticas y la industria. El arte ya no tenía que ser bello, tampoco debía ser el producto exclusivo de la mano del creador. Poco tiempo después se afianzaron las relaciones del arte con las nuevas tecnologías y los nuevos medios electrónicos, como el video, la realidad virtual, la digitalización, Internet. Era lo que Frank Popper, un estudioso de los nuevos medios, denominó Tecnociencia Arte, otra frontera que se diluía.

En la galería Ruth Benzacar, Gus­tavo Romano presenta Heterotopías, una exposición integrada por un conjunto (le obras realizadas con diversos recursos. todos englobados en las nuevas tecnologías electróni­cas. Con el título Acuario (2(04), una caja de vidrio espejado muestra en su fondo la proyección de las aguas del mar en continuo movimiento. Otro trabajo, el videoloop titulado Heterotopía, está compuesto con fotos infrarrojas tomadas por los satélites US GOES East, Meteosat y GSM. Pieza con globos es un video registrado con una cámara infrarroja inalámbrica, elevada a tina gran altura por unos simples globos inflados con helio: lo que ve el espectador en la pantalla es el extraño paisaje de la calle, vista desde una altitud indefinida, hasta que la cámara pierde el contacto con el receptor.

Todo el conjunto (le trabajos ex­hibidos está realizado con recursos tecnológicos, pero ningún medio es­tá utilizado con los fines prácticos que pensaron los científicos y los técnicos. Esto no deja (le ser un dato importante. Los formalistas rusos, entre los años 1915m1930, ha­bían señalado que la poesía nacía del "desvío de la norma". Frente a la lengua cotidiana que apenas concede atención a las palabras, la poesía recurre a toda clase de artificios para aumentar la dificultad de percepción y lograr que el lector se fije en la forma del mensaje. La poesía y el arte necesitan de los "re­tardamientos", de las metáforas, del desorden estructural. Algo similar es lo que hace Romano con los Irlos medios tecnológicos: los "desvía" de su uso normal, los adultera, los desordena, los utiliza una y otra vez de manera diversa. En esta vía, los medios ajenos a toda poesía se tor­nan soportes de una forma artística y de una experiencia estética.

En la muestra de Romano no falta el humor, como en Numismática, un conjunto de billetes bancarios cuyos valores no están expresados en pesos ni en otra moneda conoci­da; su nominación es (le uno, cinco. diez, treinta y sesenta "minutos". La segunda serie está valorada en "años", desde uno hasta cincuenta. Otra obra, con el título 16/03/2001, es un gran globo terráqueo en el que están ausentes los continentes y los océanos. El mapamundi está construido con el registro fotográ­fico infrarrojo de la tierra tomado el 16 de marzo de 2004 por varios satélites; lo que se ve son los nubes que ocultan la tierra.

En uno de los muros se despliegan las imágenes, tomadas de la pantalla de una computadora, de Hyperbody: una versión en impresión digital del Portal de Internet de Gustavo Romano (www.hyperbody.org). El Portal esta compuesto por un listado de los sitios web cuyos nombres se relacionan con las diferentes par­tes del cuerpo humano (nariz.com, cuello.com, nalga.com, espalda.com, piernas.com).

Gustavo Romano (1958), sin duda una figura central en el desarrollo de las nuevas tecnologías en el arte, presentó su primera muestra individual en 1993: cinco años más tarde realizó una obra paradigmática, el video La tarde de un escritor. En marzo último exhibió en el Centro Cultural Recoleta la instalación Pieza sonora para ser caminada. Hace unos días inauguró una exhibición individual en Montevideo. En 2001-2004 su obra integró la exposición itinerante El final del eclipse, presentada en España y en varios museos de Latinoamérica. Es uno de los directores de un espacio virtual de excelente calidad (www .findelmundo.com.ar), que aloja obras desarrolladas para Internet por artistas argentinos.

Por Jorge López Anaya
Para LA NACION